¡Oh Jesús!

¡Oh Jesús!,

Te reconozco por Rey Universal. Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciando a satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano. Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia. Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza, y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.

Amen.

lunes, 1 de octubre de 2012

COMO ALCANZAR LA SANTIDAD

Consejos de JESUS revelados a María Valtorta el 22 de junio de 1943.

Dice Jesús:
“Uno de los secretos para alcanzar la santidad es éste: no desviar nunca la mente de un pensamiento que debe regir toda la vida: Dios. El pensamiento de Dios debe ser como la nota sobre la cual todo el canto del alma se entona.
¿Has visto cómo hacen los artistas? Se mueven, van, vienen, parece que no miran abajo del escenario. Pero, en realidad, no pierden nunca de vista al maestro de música que les marca el tiempo. También el alma, para no equivocarse y para no distraerse –lo que le haría equivocarse– debe tener el ojo del alma siempre fijo en Dios. Hablar, trabajar, caminar, pero el ojo mental no debe perder de vista a Dios.
Segundo punto para alcanzar la santidad: no perder nunca la fe en el Señor. Cualquier cosa que suceda, creer que sucede por bondad de Dios. Si es algo penoso, incluso malo, y por ello querido por fuerzas extrañas a Dios, pensar que Dios lo permite por bondad.
Las almas que saben ver a Dios en cualquier lugar, saben también cambiar todas las cosas en moneda eterna. Las cosas malas son monedas fuera de curso. Pero si las sabéis tratar como se debe, éstas se hacen legales y os adquieren el Reino eterno.
Está en vosotros hacer bueno lo que no es bueno; hacer de las pruebas, tentaciones, desgracias –que arruinan completamente a las almas ya derrumbantes– puntales y fundamentos para edificar el templo que no muere. El templo de Dios en vosotros en el presente, el templo de la bienaventuranza en el futuro, en mi Reino”.

María Valtorta nació en Italia en 1897 y murió en 1961 sin haber jamás visitado la Tierra Santa ni cursado estudios teológicos. Sin embargo, entre los años 1943 y 1950, escribió extensamente sobre temas de religión. Su mas conocida obra, El Poema del Hombre Dios, de 5 volúmenes, relata la vida de Jesús y de María

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