¡Oh Jesús!

¡Oh Jesús!,

Te reconozco por Rey Universal. Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciando a satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano. Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia. Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza, y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.

Amen.

sábado, 8 de septiembre de 2012

¡Se ha Perdido un Ángel!

Desde muy temprano en la mañana,
se ha preocupado San Pedro, pues,
el reclamo ha sido fuerte, nada más y nada menos,
que del Gran General. San Miguel le ha reclamado,
no sin antes consultar a la Legión celestial:
¿por qué un Ángel se ha perdido y no lo pueden encontrar?

Después de mucho pensar, al fin, San Pedro logró recordar,
que de un buen tiempo atrás,
poco más de cuarenta y tantos años terrenales,
a un hermoso Ángel permitió salir a pasear,
pero no logra recordar,
haberlo visto de nuevo entrar,
por lo que a la Reina del Cielo, ha tenido que preguntar:
¿a qué misión tan importante, 

a este Ángel había de enviar,
para que después de tanto tiempo,
de la tierra, estuviera aún sin regresar?

La Reina del Cielo sonrió y a San Pedro calmó,
pues aún en misión, el Ángel ha de andar.
San Pedro corrió y a San Miguel explico,
pero para mayor tranquilidad,
el Arcángel decidió, que a un vigía, a la tierra debía de enviar,
pues mucho tiempo iba ya y él sin conocer
y ni siquiera saber, cual era esa tal misión.

Después de un tiempo,
San Miguel se extraño que tampoco el recién enviado volvió,
por lo que no tuvo opción y el mismo tuvo que ir a buscar.
No demoró mucho en llegar y al enviado encontrar,
que preocupado le decía, que al Ángel no podía hallar,
comenzaban de nuevo a buscar,
cuando su asombro fue tal,
que hasta se quiso quedar,
al ver como el ángel aquel, que del cielo se perdió,
de manera tan humilde, a la tierra quiso llegar,
sin su apariencia celestial y de manera tal,
que ni los habitantes del Cielo le podrían identificar.

A muchas personas ha tocado, con su gran amor y humildad,
mucho cariño ha regado en su incansable andar,
corrió, compitió, enseño y viajo, jugó, rió, disfrutó y muy duro trabajó
y así su vida de amor pronto se lleno.
Con su ejemplo a todos mostró su sencilla verdad:
“todo lo puedes lograr, con esfuerzo y corazón”

Después de un tiempo, el Ángel enfermó y sin darse cuenta su misión completó.
Lo que permitió a San Miguel con el ángel hablar y poderle al fin preguntar
¿porque al cielo, se rehusaba a regresar?  
Su respuesta fue el silencio, pero…………en una mirada angelical, 
aún sin palabras San Miguel logró descifrar,
la misión que estaba ya, casi por terminar.

 El vigía sin comprender, a su General pidió explicar, 
¿por qué partir ya,  dejando al Ángel en aquel lugar?   
 Y San Miguel decidió de esta manera explicar: 
“Por muchos años intentó, a su familia al cielo acercar y por fin ahora consiguió con un gran sacrificio acertar,
pues a todos ha logrado, poner a rezar, así que, cerca del Señor los ha conseguido llevar.
Por él han hecho promesas,
sacrificios y compromisos
 y con ello a su dulce madre, 
en el cielo ha podido reservar, 
un jardín lleno de rosas donde algún día juntos podrán disfrutar, 
pero no todo ha quedado ahí,
pues ha ido mucho más allá, 
ya son muchas las personas que por él al cielo podrán entrar, 
por eso aún se rehúsa a la gloria regresar, 
pues a muchas  personas más
quiere poner a rezar,
…………pero, mejor vayámonos ya!  
que su misión solo El Señor sabrá, en qué momento, deberá terminar”
…………….batiendo sus alas partieron en paz, a la espera  que algún día, al  cielo quiera, el hermoso Ángel regresar.
Para mi querido Ricar, doy Gracias a Dios por el regalo de tu presencia en nuestras vidas.

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