¡Oh Jesús!

¡Oh Jesús!,

Te reconozco por Rey Universal. Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciando a satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano. Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia. Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza, y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.

Amen.

sábado, 29 de septiembre de 2012

PARE DE SUFRIR!!!!

Esto no es lo que usted puede estar pensando, no es un anuncio de alguna Iglesia Protestante, no, pero realmente, PARE DE SUFRIR "SOLO" y venga vamos a llevar juntos ese sufrimiento, vamos a orara juntos, vamos a pedir la intercesión de María Santísima para que Jesús le de la gracia del entendimiento de como ese sufrimiento se convierte en una gran bendición, si usted ora con fe y confía en las promesas de Jesús  se lo cambian por un yugo mas llevadero, que se lleva con alegría y mucha paz, sí, es el yugo de Jesús, bendito yugo que nos lleva al Camino, a la conversión, a la reparación, a la restauración de nuestra alma, Jesús nos dice:
 "Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas"              (Mt 11;29-30)
Entonces querido hermano/a póngase en la precencia de El Espíritu Santo, con humildad, como un niño en la presencia de su padre y con una sencilla oración,  que nazca de su corazón  pídale que le guíe, ubique, integre, al movimiento, pastoral, apostolado, grupo de oración u otro donde Él  desee que usted este, entonces  acérquese a su parroquia, a la Iglesia Católica que tenga mas cercana o donde usted participa de la Santa Misa y si no puede ir entonces ore para que El Espíritu Santo envié hasta usted el auxilio; tenga certeza que en cualquiera de las dos situaciones en que usted se encuentre, si ora con fe, verá como El Señor le responde.
"El Señor es mi pastor, nada me falta:2.en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso 3.y conforta mi alma; me guía por los senderos de justicia, por amor a su nombre;4.aunque vaya por un valle tenebroso, no tengo miedo a nada, porque tú estás conmigo, tu voz y tu cayado me sostienen.5.Me preparas una mesa ante mis enemigos, perfumas con ungüento mi cabeza y me llenas la copa a rebosar.6.Lealtad y dicha me acompañan todos los días de mi vida; habitaré en la casa del Señor por siempre jamás"   (Salmo23)


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