¡Oh Jesús!

¡Oh Jesús!,

Te reconozco por Rey Universal. Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciando a satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano. Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia. Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza, y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.

Amen.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Creer es mejorar, a través de lo que solamente Yo puedo hacer por los hombres.

Los milagros son Mis testimonios para dar Fe a los hombres.
Viendo con sus ojos cuanto sucede sin que se pueda comprender ni explicar humanamente, los que muchas veces fueron incrédulos no pueden dejar de sentir dentro de sus corazones la llama de la Fe.
Y creer es mejorar, a través de lo que solamente Yo puedo hacer por los hombres, y solamente Mi Padre y el Espíritu de Amor.
Ningún hombre puede hacer lo que no le es dado hacer humanamente.
En un tiempo lejano, realizaba milagros visibles para muchos; luego, cuando al hombre debía bastarle con Mi historia, los milagros fueron para particulares; y ahora que se deben abrir los corazones y las mentes humanas a revelaciones, tendréis milagros reveladores.
El Padre Pío fue un milagro Mío revelador, pero muchos no han querido aceptarle ni creerle; sólo quien se le ha acercado y sólo quien se ha beneficiado del milagro, ha hecho tesoro y Fe de lo que ha visto y oído.
Mis “pequeños canales" son otros de Mis milagros, primero para pocos, después para muchos, cuando Mis palabras vayan por el camino querido por Mí.
Los milagros algunas veces son curaciones que no suceden por el portento milagroso del curado sino que siempre son para dar testimonios de Mí.
También estos milagros frecuentemente se presentan trastocados por hechos físicos, aun cuando sin explicación científica, porque tú ya sabes que la ciencia llega sólo hasta donde llega la mente humana de materia.

1 de Febrero de 1973

*Tomado de las Revelaciones Privadas a Giuliana Buttini 

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