¡Oh Jesús!

¡Oh Jesús!,

Te reconozco por Rey Universal. Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciando a satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano. Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia. Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza, y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.

Amen.

martes, 25 de septiembre de 2012

Ceguera Espiritual

Caminamos a tientas en un mundo que no podemos ver, el mundo Espiritual, aunque hay algunos que han recibido dones que les permiten verlo y a otros que les permite comprenderlo, pero a nosotros los simples mortales, nos cuesta mucho entenderlo, hasta que por fin llega a nosotros la luz, como por ejemplo, a travez los Ejercicio Espirituales de San Ignacio de Loyola, que con la guía del Espíritu Santo, nos ayuda a comprender lo incomprensible para la pequeña razón humana. 
Y aunque sigamos sin poderlo ver,  comenzamos a darnos cuenta que no somos únicamente materia, somos espíritu, a imagen y semejanza de Dios. Y entonces hallamos sentido a las palabras de San Pablo en la carta a los Efesios 6;12 Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. 
Pero lo mas importante es darnos cuenta que hemos pecado no solo por nuestra concupiscencia, sino que también hemos sido víctimas de los ataques de esos espíritus del mal, las tentaciones, que perturban nuestros pensamientos como con una lluvia de malos consejos, sobre nuestra vulnerable fe que se tambalea ante nuestra poca preparación, he ahí la importancia de estar en El Camino, de participar activamente en la Iglesia, de ser parte de un grupo, de alguna Pastoral, de alguna comunidad, de alguna Legión, de rezar en familia, de rezar el Santo Rosario y la coronilla a la Divina Misericordia, de participar en las Santas Devociones,  de Leer la Palabra de Dios y hacer eco de la Palabra en familia, de leer libros sobre la vida de los Santos y de autores católicos, de visitar el Santísimo, de ser un verdadero adorador del Santísimo Sacramento, de ayunar, hacer penitencia, confesarse y comulgar y de tantas cosas maravillosas que hay en nuestra Santa Iglesia Católica. Todas estas son armaduras que no nos eximen de los ataques, pero que nos van fortaleciendo espiritualmente y cuando menos lo esperamos zas! se enciende la luz y llegan a tu vida Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, que te convierten en un verdadero Soldado de Jesucristo, que cubierto con su Sangre Preciosa está presto para la batalla.

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