Y aunque sigamos sin poderlo ver, comenzamos a darnos cuenta que no somos únicamente materia, somos espíritu, a imagen y semejanza de Dios. Y entonces hallamos sentido a las palabras de San Pablo en la carta a los Efesios 6;12 Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio.
Pero lo mas importante es darnos cuenta que hemos pecado no
solo por nuestra concupiscencia, sino que también hemos sido víctimas
de los ataques de esos espíritus del mal, las tentaciones, que perturban nuestros
pensamientos como con una lluvia de malos consejos, sobre nuestra vulnerable fe
que se tambalea ante nuestra poca preparación, he ahí la
importancia de estar en El Camino, de participar activamente en la
Iglesia, de ser parte de un grupo, de alguna Pastoral, de alguna comunidad, de
alguna Legión, de rezar en familia, de rezar el Santo Rosario y la coronilla a la Divina Misericordia, de participar en las Santas Devociones, de Leer la Palabra de Dios y hacer eco de la Palabra en familia,
de leer libros sobre la vida de los Santos y de autores católicos, de
visitar el Santísimo, de ser un verdadero adorador del Santísimo Sacramento, de ayunar, hacer penitencia, confesarse y comulgar y de tantas cosas maravillosas que hay en nuestra Santa Iglesia Católica. Todas estas son armaduras que no nos eximen de los
ataques, pero que nos van fortaleciendo espiritualmente y cuando menos lo
esperamos zas! se enciende la luz y llegan a tu vida Los Ejercicios Espirituales de
San Ignacio de Loyola, que te convierten en un verdadero Soldado de Jesucristo, que cubierto con su Sangre Preciosa está presto para la batalla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario