En verdad Yo te lo digo, por una vida inocente segada desde su concepción por la mas monstruosa iniquidad, cien vidas culpables pagaran por este crimen con su eternidad.
Ya nada vibra en estas almas entregadas al culto de su cuerpo, destinado este a la podredumbre. ¿Como podría el amor echar raíces en este envilecimiento del ser que vino a salvar y que se corrompe voluntariamente por una abyección incalificable? Reza, hija mía, por esas victimas del infierno.
* Mensaje del Amor Misericordioso a las Pequeñas Almas
el 18 de julio de 1973
No hay comentarios:
Publicar un comentario