¡Oh Jesús!

¡Oh Jesús!,

Te reconozco por Rey Universal. Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciando a satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano. Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia. Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza, y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.

Amen.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Reflexiones de Adviento - Marino Restrepo.

  • El Adviento: Espíritu de Esperanza y Alegría
  • La Oración y la Comunicación con Ángeles y Santos, 
  • La Pedagogía Divina,
  • Redimiendo la Tristeza, el encuentro del Gozo perdido,
  • Diferencia entre Espiritualidad, Religión y Religiosidad, 
  • El desprendimiento, el desapego de las cosas materiales.

Mexico D.F. Escuelita en Casa, 30 de Noviembre del 2010

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