¡Oh Jesús!

¡Oh Jesús!,

Te reconozco por Rey Universal. Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciando a satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano. Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia. Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza, y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.

Amen.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Peligros de Nuestros Tiempos (Reflexión sobre la Nueva Era. Marino Restrepo)

I Corintios 21-28
21. Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios; tampoco pueden sentarse a la mesa del Señor y a la mesa de los demonios. 22. ¿O es que queremos provocar los celos del Señor? ¿Pretendemos ser más fuertes que él? 23. «Todo está permitido», pero no todo es conveniente. «Todo está permitido», pero no todo es edificante. 24. Que nadie busque su propio interés, sino el de los demás. 25. Coman de todo lo que se vende en el mercado, sin hacer averiguaciones por escrúpulos de conciencia. 26. Porque del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella. 27. Si un pagano los invita a comer y ustedes aceptan, coman de todo aquello que les sirva, sin preguntar nada por motivos de conciencia. 28. Pero si alguien les dice: «Esto ha sido sacrificado a los ídolos», entonces no lo coman, en consideración del que los previno y por motivos de conciencia. 

Parte No. 1
Parte No. 2
Parte No. 3
Parte No. 4
Parte No. 5
Parte No. 6
Parte No. 7
Parte No. 8
Parte No. 9

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