¡Oh Jesús!

¡Oh Jesús!,

Te reconozco por Rey Universal. Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciando a satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano. Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia. Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza, y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.

Amen.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Lo que Jesús nos dice de Nuestra Señora

Mensaje del Amor Misericordioso a las  Almas Pequeñas 23 de mayo de 1967

Mensaje de Jesús:
 El hombre ya no comprende el lenguaje del amor.
Sin embargo es el único lenguaje fundamental. 
Pues, sin amor, el mundo esta condenado a la destrucción.

María es la dulce Paloma del Espíritu Santo. 
Procura amarla cada vez mas y servirla fielmente.
Perdono muchas faltas, pero los que ultrajan mi Santa Madre están ya condenados.
Hay que intensificar la devoción a María , tan poderosa para contener mi enojo.

Mensaje de Nuestra .Señora:
 Estableceré el Reino de mi hijo por toda la tierra.
Salvare las naciones.
Convertiré a los pecadores.
Ten la seguridad de mi maternal cariño para ti, y para todas las almas pequeñas.


miércoles, 13 de agosto de 2014

Mensaje del Amor Misericordioso a las Pequeñas Almas, 21 de febrero de 1968

Tanto lo humano como lo divino me pertenecen. Al uno como al otro, doy el sentido que me place.
Nada es tuyo todo viene de mí.
¿No comprendes?
YO SOY y tu eres solamente en MÍ .
Fuera de mí, no existes.
El amor que brindas viene de mí.
No puedes sino abandonarte plenamente a Aquel que te rige.
Que mi hija encuentre su alegría en su "nada".
Yo animo tu humanidad y te concedo  mi divinidad por el amor con que vivifico tu alma. Alegría única porque viene de mí.
Nadie se cree nada, si Yo no se lo hago ver.
El sentimiento de tu impotencia te eleva a la altura de mi amor y de mi misericordia.
Conoce perfectamente tu miseria.
Laméntala pero no te preocupes por ella. Yo lo remedio cariñosamente.
Comprende solamente que sin mí no puedes nada.
Cree y ten esperanza únicamente en mí.
¿La vida te hiere?
Piensa que Yo soy herido profundamente a cada instante por unos ultrajes que no se pueden nombrar.
¿Tu eres incapaz?
Contémplame sobre la cruz, atado abofeteado, por el odio, incapaz también de conmover a las almas, a pesar de mí Sacrificio.
Pobre hijita mía, el dolor de tu amigo es, con mucho superior al tuyo.
Pero te quiero tanto que recibo tu dolor en mí, contigo.
Y, con el mío, es un solo y mismo dolor.

lunes, 7 de julio de 2014

Escándalos en la Iglesia Catolica



Homilía del sacerdote Franciscano P. Roger J. Landry, pronunciada en la Parroquia del Espíritu Santo en Fall River, MA (Estados Unidos) en 2010

La nota de ocho columnas de la semana pasada no se la llevó el desfile del Super Bowl ni quién sería el mariscal de campo, ni tampoco el discurso del Presidente al Estado de la Unión hablando de los operativos terroristas en los Estados Unidos. Nada de esto fue la noticia principal. Los encabezados fueron capturados por la muy triste noticia de que algunos sacerdotes en la Arquidiócesis de Boston abusaron de jóvenes a quienes estaban consagrados a servir.
Es un escándalo mayúsculo, uno que muchas personas que durante largo tiempo han tenido aversión a la Iglesia a causa de alguna de sus enseñanzas morales o doctrinales, lo están usando como pretexto para atacar a la Iglesia como un todo, tratando de implicar que después de todo ellos tenían razón. Muchas personas se han acercado a mí para hablar del asunto. Muchas otras hubieran querido hacerlo, pero creo que por respeto y por no querer sacar a relucir lo que consideran malas noticias, se abstuvieron; pero para mí era obvio que estaba en su mente. Y por eso, hoy quiero atacar el asunto de frente. Ustedes tienen derecho a ello.
No podemos fingir como si no hubiera sucedido. Y yo quisiera discutir cuál debe ser nuestra respuesta como fieles católicos a este terrible escándalo. Lo primero que necesitamos hacer, es entenderlo a la luz de nuestra fe en el Señor. Antes de elegir a Sus primeros discípulos, Jesús subió a la montaña a orar toda la noche. En ese tiempo tenia muchos seguidores. Él habló a Su Padre en oración acerca de a quiénes elegiría para que fueran sus doce Apóstoles, los doce que Él formaría íntimamente, los doce a quienes enviaría a predicar la Buena Nueva en Su nombre. Él les dio el poder de expulsar a los demonios. Les dio el poder para curar a los enfermos. Ellos vieron como Jesús obró incontables milagros. Ellos mismos obraron en Su nombre numerosos milagros.
Pero, a pesar de todo, uno de ellos fue un traidor. Uno que había seguido al Señor, uno, a quien el Señor le lavó los pies, que lo vio caminar sobre las aguas, resucitar a personas de entre los muertos y perdonar a los pecadores, traicionó al Señor. El Evangelio nos dice que Él permitió que Satanás entrara en él y luego vendió al Señor por treinta monedas en Getsemaní, simulando un acto de amor para entregarlo. “!Judas!”, le dijo Jesús en el huerto de Getsemaní, “con un beso entregas al Hijo del hombre!” Jesús no eligió a Judas para que lo traicionara.
Él lo eligió para que fuera como todos los demás. Pero Judas fue siempre libre y usó su libertad para permitir que Satanás entrara en él y, por su traición termino haciendo que Jesús fuera crucificado y ejecutado. Así que desde los primeros doce que Jesús mismo eligió, uno fue un terrible traidor. A VECES LOS ELEGIDOS DE DIOS LO TRAICIONAN. Este es un hecho que debemos asumir. Es un hecho que la primera Iglesia asumió. Si el escándalo causado por Judas hubiera sido lo único en lo que los miembros de la primera Iglesia se hubieran centrado, la Iglesia habría estado acabada antes de comenzar a crecer.
En vez de ello, la Iglesia reconoció que no se juzga algo por aquellos que no lo viven, sino por quienes sí lo viven. En vez de centrarse en aquel que traicionó a Jesús, se centraron en los otros once, gracias a cuya labor, predicación, milagros y amor por Cristo, nosotros estamos aquí hoy. Es gracias a los otros once -todos los cuales, excepto San Juan, fueron martirizados por Cristo y por el Evangelio, por el cual estuvieron dispuestos a dar sus vidas para proclamarlo- que nosotros llegamos a escuchar la palabra salvífica de Dios, que recibimos los sacramentos de la vida eterna.
Hoy somos confrontados por esa misma realidad. Podemos centrarnos en aquellos que traicionaron al Señor, aquellos que abusaron en vez de amar a quienes estaban llamados a servir, o, como la primera Iglesia, podemos enfocarnos en los demás, en los que han permanecido fieles, esos sacerdotes que siguen ofreciendo sus vidas para servir a Cristo y para servirlos a ustedes por amor. Los medios casi nunca prestan atención a los buenos “once”, aquellos a quienes Jesús escogió y que permanecieron fieles, que vivieron una vida de silenciosa santidad. Pero nosotros, la Iglesia, debemos ver el terrible escándalo que estamos atestiguando bajo una perspectiva auténtica y completa.
El escándalo desafortunadamente no es algo nuevo para la Iglesia. Hubo muchas épocas en su historia, cuando estuvo peor que ahora. La historia de la Iglesia es como la definición matemática del coseno, es decir, una curva oscilatoria con movimientos de péndulo, con bajas y altas a lo largo de los siglos. En cada una de esas épocas, cuando la Iglesia llegó a su punto más bajo, Dios elevó a tremendos santos que llevaron a la Iglesia de regreso a su verdadera misión. Es casi como si en aquellos momentos de oscuridad, la Luz de Cristo brillara más intensamente.
Yo quisiera centrarme un poco en un par de santos a quienes Dios hizo surgir en esos tiempos tan difíciles, porque su sabiduría realmente puede guiarnos durante este tiempo difícil. San Francisco de Sales fue un santo a quien Dios hizo surgir justo después de la Reforma Protestante. La Reforma Protestante no brotó fundamentalmente por aspectos teológicos, por asuntos de fe -aunque las diferencias teológicas aparecieron después- sino por aspectos morales. Había un sacerdote agustino, Martín Lutero, quien fue a Roma durante el papado más notorio de la historia, el del Papa Alejandro VI. Este Papa jamás enseñó nada contra la fe -el Espíritu Santo lo evitó- pero fue simplemente un hombre malvado. Tuvo nueve hijos de seis diferentes concubinas. Llevó a cabo acciones contra aquellos que consideraba sus enemigos. Martín Lutero visitó Roma durante su papado y se preguntaba cómo Dios podía permitir que un hombre tan malvado fuera la cabeza visible de Su Iglesia. Regresó a Alemania y observó toda clase de problemas morales.
Los sacerdotes vivían abiertamente relaciones con mujeres. Algunos trataban de obtener ganancias vendiendo bienes espirituales. Privaba una inmoralidad terrible entre los laicos católicos. Él se escandalizó, como le hubiera ocurrido a cualquiera que amara a Dios, por esos abusos desenfrenados. Así que fundó su propia iglesia. Eventualmente Dios hizo surgir a muchos santos que combatieran esta solución equivocada y trajeran de regreso a las personas a la Iglesia fundada por Cristo.
San Francisco de Sales fue uno de ellos. Poniendo en riesgo su vida, recorrió Suiza, donde los calvinistas eran muy populares, predicando el Evangelio con verdad y amor. Muchas veces fue golpeado en su camino y dejado por muerto. Un día le preguntaron cuál era su postura en relación al escándalo que causaban tantos de sus hermanos sacerdotes. Lo que él dijo es tan importante para nosotros hoy como lo fue en aquel entonces para quienes lo escucharon.
Él no se anduvo con rodeos. Dijo: “Aquellos que cometen ese tipo de escándalos son culpables del equivalente espiritual a un asesinato, destruyendo la fe de otras personas en Dios con su pésimo ejemplo”. Pero al mismo tiempo advirtió a sus oyentes: “Pero yo estoy aquí entre ustedes hoy para evitarles un mal aún peor. Mientras que aquellos que causan el escándalo son culpables de asesinato espiritual, los que acogen el escándalo -los que permiten que los escándalos destruyan su fe-, son culpables de suicidio espiritual.”
Son culpables, dijo él, “de cortar de tajo su vida con Cristo, abandonando la fuente de vida en los Sacramentos, especialmente la Eucaristía”. San Francisco de Sales anduvo entre la gente de Suiza tratando de prevenir que cometieran un suicidio espiritual a causa de los escándalos. Y yo estoy aquí hoy para predicarles lo mismo a ustedes. ¿Cuál debe ser entonces nuestra reacción?
Otro gran santo que vivió en tiempos particularmente difíciles también puede ayudarnos. El gran San Francisco de Asís vivió alrededor del año 1200, que fue una época de inmoralidad terrible en Italia central. Los sacerdotes daban ejemplos espantosos. La inmoralidad de los laicos era aún peor. San Francisco mismo, siendo joven, había escandalizado a otros con su manera despreocupada de vivir. Pero eventualmente, se convirtió al Señor, fundó a los Franciscanos, ayudó a Dios a reconstruir Su Iglesia y llegó a ser uno de los más grandes santos de todos los tiempos. Una vez, uno de los hermanos de la Orden de Frailes Menores le hizo una pregunta. Este hermano era muy susceptible a los escándalos. “Hermano Francisco,” le dijo, “¿qué harías tu si supieras que el sacerdote que está celebrando la Misa tiene tres concubinas a su lado?” Francisco, sin dudar un sólo instante, le dijo muy despacio: “Cuando llegara la hora de la Sagrada Comunión, iría a recibir el Sagrado Cuerpo de mi Señor de las manos ungidas del sacerdote.”
¿A dónde quiso llegar Francisco? Él quiso dejar en claro una verdad formidable de la fe y un don extraordinario del Señor. Sin importar cuán pecador pueda ser un sacerdote, siempre y cuando tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia -en Misa, por ejemplo, cambiar el pan y el vino en la carne y la sangre de Cristo, o en la confesión, sin importar cuán pecador sea él en lo personal, perdonar los pecados del penitente, Cristo mismo actúa en los sacramentos a través de ese ministro. Ya sea que el Papa celebre la Misa o que un sacerdote condenado a muerte por un crimen celebre la Misa, en ambos casos es Cristo mismo quien actúa y nos da Su cuerpo y Su sangre.
Así que lo que Francisco estaba diciendo en respuesta a la pregunta de su hermano religioso al manifestarle que él recibiría el Sagrado Cuerpo de Su Señor que sus manos ungidas del sacerdote, es que no iba a permitir que la maldad o inmoralidad del sacerdote lo llevaran a cometer suicidio espiritual. Cristo puede seguir actuando y de hecho actúa incluso a través del más pecador de los sacerdotes. ¡Y gracias a Dios que lo hace!
Y es que si siempre tuviéramos que depender de la santidad personal del sacerdote, estaríamos en graves problemas.
Los sacerdotes son elegidos por Dios de entre los hombres y son tentados como cualquier ser humano y caen en pecado como cualquier ser humano. Pero Dios lo sabía desde el principio. Once de los primeros doce Apóstoles se dispersaron cuando Cristo fue arrestado, pero regresaron; uno de los doce traicionó al Señor y tristemente nunca regresó. Dios ha hecho los sacramentos esencialmente “a prueba de los sacerdotes”, esto es, en términos de su santidad personal. No importa cuán santos estos sean o cuán malvados, siempre y cuando tengan la intención de hacer lo que hace la Iglesia, entonces actúa Cristo mismo, tal como actuó a través de Judas cuando Judas expulsó a los demonios y curó a los enfermos.
Así que, de nuevo, les pregunto: ¿Cuál debe ser la respuesta de la Iglesia a estos actos? Se ha hablado mucho al respecto en los medios. ¿Tiene la Iglesia que trabajar mejor, asegurándose que nadie con predisposición a la pedofilia sea ordenado? Absolutamente. Pero esto no sería suficiente. ¿Tiene la Iglesia que actuar mejor para tratar estos casos cuando sean reportados? La Iglesia ha cambiado su manera de abordar estos casos y hoy la situación es mucho mejor de lo que fue en los años ochenta, pero siempre puede ser perfeccionada.
Pero aún esto no sería suficiente. ¿Tenemos que hacer más para apoyar a las víctimas de tales abusos? ¡Sí, tenemos que hacerlo, tanto por justicia como por amor! Pero ni siquiera esto es lo adecuado. El Cardenal Law ha hecho que la mayoría de los rectores de las escuelas de medicina en Boston trabajen en el establecimiento de un centro para la prevención del abuso en niños, que es algo que todos nosotros debemos apoyar. Pero ni siquiera esto es una respuesta suficiente ¡La única respuesta adecuada a este terrible escándalo, -, como San Francisco de Sales reconoció en 1600 e incontables otros santos han reconocido en cada siglo-, es la SANTIDAD!
¡Toda crisis que enfrenta la Iglesia, toda crisis que el mundo enfrenta, es una crisis de santidad! La santidad es crucial, porque es el rostro auténtico de la Iglesia. Siempre hay personas -un sacerdote se encuentra con ellas regularmente, ustedes probablemente conocen a varias de ellas también-, que usan excusas para justificar por qué no practican su fe, por qué lentamente están cometiendo suicidio espiritual. Puede ser porque una monja se portó mal con ellos cuando tenían 9 años. O porque no entienden las enseñanzas de la Iglesia sobre algún asunto particular.
Indudablemente habrá muchas personas estos días -y ustedes probablemente se encontraran con ellas- que dirán: “¿Para qué practicar la fe, para qué ir a la Iglesia, si la Iglesia no puede ser verdadera, cuando los así llamados elegidos son capaces de hacer el tipo de cosas que hemos estado leyendo?” Este escándalo es como un perchero enorme donde algunos trataran de colgar su justificación para no practicar la fe. Por eso es que la santidad es tan importante. Estas personas necesitan encontrar en todos nosotros una razón para tener fe, una razón para tener esperanza, una razón para responder con amor al amor del Señor.
Las bienaventuranzas que leemos en el Evangelio de hoy son una receta para la santidad. Todos necesitamos vivirlas más. ¿Tienen que ser más santos los sacerdotes? Seguro que sí. ¿Tienen que ser más santos los religiosos y religiosas y dar un testimonio aún mayor de Dios y del Cielo? Absolutamente. Pero todas las personas en la Iglesia tienen que hacerlo, ¡incluyendo a los laicos! Todos tenemos la vocación de ser santos y esta crisis es una llamada para que despertemos.
Estos son tiempos duros para ser sacerdote hoy. Son tiempos duros para ser católicos hoy. Pero también son tiempos magníficos para ser un sacerdote hoy y tiempos magníficos para ser católicos hoy. Jesús dice en las bienaventuranzas que escuchamos hoy: “Bienaventurados serán cuando los injurien, y los persigan y digan con mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes”. Yo he experimentado de primera mano esta bienaventuranza, al igual que otros sacerdotes que conozco.
A principios de esta semana, cuando terminé de hacer ejercicio en un gimnasio local, salía yo del vestidor con mi traje negro de clérigo. Una madre, apenas me vio, inmediata y apresuradamente apartó a sus hijos del camino y los protegió de mí mientras yo pasaba. Me miró cuando pasé y cuando me había alejado lo suficiente, respiró aliviada y soltó a sus hijos como si yo fuera a atacarlos a mitad de la tarde en un club deportivo.
Pero mientras que todos nosotros quizá tengamos que padecer tales insultos y falsedades por causa de Cristo, de hecho debemos regocijarnos. Es un tiempo fantástico para ser cristianos hoy, porque es un tiempo en el que Dios realmente necesita de nosotros para mostrar Su verdadero rostro. En tiempos pasados en Estados Unidos, la Iglesia era respetada. Los sacerdotes eran respetados. La Iglesia tenía reputación de santidad y bondad. Pero ya no es así. Uno de los más grandes predicadores en la historia estadounidense, el Obispo Fulton J. Sheen, solía decir que él prefería vivir en tiempos en los que la Iglesia sufre en vez de cuando florece, cuando la Iglesia tiene que luchar, cuando la Iglesia tiene que ir contra la cultura.
Esas épocas para que los verdaderos hombres y las verdaderas mujeres dieran un paso al frente y contaran. “Hasta los cadáveres pueden flotar corriente abajo,” solía decir, señalando que muchas personas salen adelante fácilmente cuando la Iglesia es respetada, “pero se necesita de verdaderos hombres, de verdaderas mujeres, para nadar contra la corriente.” ¡Qué cierto es esto!
Hay que ser un verdadero hombre y una verdadera mujer para mantenerse a flote y nadar contra la corriente que se mueve en oposición a la Iglesia. Hay que ser un verdadero hombre y una verdadera mujer para reconocer que cuando se nada contra la corriente de las críticas, estamos más seguros que cuando permanecemos adheridos a la Roca sobre la que Cristo fundó su Iglesia. Este es uno de esos tiempos. Es uno de los grandes momentos para ser cristianos.
Algunas personas predicen que en esta región la Iglesia pasará tiempos difíciles y quizá sea así, pero la Iglesia sobrevivirá, porque el Señor se asegurará de que sobreviva. Una de las más grandes réplicas en la historia sucedió justamente hace unos 200 años. El emperador francés Napoleón engullía con sus ejércitos a los países de Europa con la intención final de dominar totalmente el mundo.
En aquel entonces dijo una vez al Cardenal Consalvi:
“Voy a destruir su Iglesia” El Cardenal le contestó: “No, no podrá”. Napoleón, con sus 150 cm. de altura, dijo otra vez: “¡Voy a destruir su Iglesia!” El Cardenal dijo confiado: “No, no podrá! Ni siquiera nosotros hemos podido hacerlo!”
Si los malos Papas, los sacerdotes infieles y miles de pecadores en la Iglesia no han tenido éxito en destruirla desde su interior -le estaba diciendo implícitamente al general- ¿cómo cree que Ud. va a poder hacerlo?
El Cardenal apuntaba a una verdad crucial. Cristo nunca permitirá que Su Iglesia fracase. El prometió que las puertas del infierno no prevalecerían sobre Su Iglesia, que la barca de Pedro, la Iglesia que navega en el tiempo hacia su puerto eterno en el cielo, nunca se volcará, no porque aquellos que van en ella no cometan todos los pecados posibles para hundirla, sino porque Cristo, que también está en la barca, nunca permitirá que esto suceda. Cristo sigue en la barca y Él nunca la abandonará. La magnitud de este escándalo podría ser tal, que de ahora en adelante ustedes encuentren difícil confiar en los sacerdotes de la misma manera como lo hicieron en el pasado. Esto puede suceder y podría no ser tan malo. ¡Pero nunca pierdan la confianza en el Señor! ¡Es Su Iglesia! Aún cuando algunos de Sus elegidos lo hayan traicionado, Él llamará a otros que serán fieles, que los servirán a ustedes con el amor que merecen ser servidos, tal como ocurrió después de la muerte de Judas, cuando los once Apóstoles se pusieron de acuerdo y permitieron que el Señor eligiera a alguien que tomara el lugar de Judas y escogieron al hombre que terminó siendo San Matías, quien proclamó fielmente el Evangelio hasta ser martirizado por él.
¡Este es un tiempo en el que todos nosotros necesitamos concentrarnos aún más en la santidad! ¡Estamos llamados a ser santos y cuánto necesita nuestra
sociedad ver ese rostro hermoso y radiante de la Iglesia! Ustedes son parte de la solución, una parte crucial de la solución. Y cuando caminen al frente hoy para recibir de las manos ungidas de este sacerdote el Sagrado Cuerpo del Señor, pídanle a Él que los llene de un deseo real de santidad, un deseo real de mostrar Su autentico rostro.
Una de las razones por las que yo estoy aquí como sacerdote para ustedes hoy es porque siendo joven, me impresionaron negativamente algunos de los sacerdotes que conocí. Los veía celebrar la Misa y casi sin reverencia alguna dejaban caer el Cuerpo del Señor en la patena, como si tuvieran en sus manos algo de poco valor en vez de al Creador y Salvador de todos, en vez de a MI Creador y Salvador. Recuerdo haberle dicho al Señor, reiterando mi deseo de ser sacerdote: “¡Señor, por favor, déjame ser sacerdote para que pueda tratarte como Tú mereces!” Eso me dio un ardiente deseo de servir al Señor.
Quizá este escándalo les permita a ustedes hacer lo mismo. Este escándalo puede ser algo que los conduzca por el camino del suicidio espiritual o algo que los inspire a decir, finalmente, “Quiero ser santo, para que yo y la Iglesia podamos glorificar Tu nombre como Tú lo mereces, para que otros puedan encontrarte en el amor y la salvación que yo he encontrado.” Jesús está con nosotros, como lo prometió, hasta el final de los tiempos. Él sigue en la barca. Tal como a partir de la traición de Judas, Él alcanzo la más grande victoria en la historia del mundo, nuestra salvación por medio de Su Pasión, muerte y Resurrección, también a través de este episodio Él puede traer y quiere traer un nuevo renacimiento de la santidad, para lanzar unos nuevos Hechos de los Apóstoles en el siglo XXI, con cada uno de nosotros -y esto te incluye a TI- jugando un papel estelar.

Ahora es el tiempo para que los verdaderos hombres y mujeres de la Iglesia se pongan de pie. Ahora es el tiempo de los santos. ¿Cómo vas a responder tú?

viernes, 27 de junio de 2014

La Devoción al Sagrado Corazón de Jesús


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confió.

domingo, 25 de mayo de 2014

Confesiones grabadas de lo que le agrada y desagrada al demonio Palabras dichas por posesos en exorcismos.



El libro Catechesi di Satana, recoge la compilación que el padre Marcello Pellegrino Ernetti realizó sobre las palabras dichas por el mismo demonio, por boca de los posesos, durante exorcismos cuando se les ordenó en el nombre de Jesús que confesaran lo que le más le agrada y desagrada.

Las palabras de los demonios fueron registradas en grabadoras por los colaboradores del padre Ernetti. El valor y veracidad de este documento está corroborado por los testigos que estuvieron presentes en dichos exorcismos y confirman los testimonios.

Resumiendo, lo que más le desagrada es: 
* La confesión, donde Cristo lava nuestras almas con su sangre preciosa.
* La Eucaristía, que nos alimenta con el Cuerpo y la Sangre de Jesús.
* La adoración eucarística, donde continuamos la unión con Jesús.
* El amor a María y el rezo del rosario.
* Las apariciones de la Virgen, que nos llevan a la conversión.
* La obediencia al Papa, representante de Jesús en la tierra.
* La oración de las almas contemplativas.

Por el contrario, dice el padre Pellegrino, que lo que más le agrada es: 
* La profanación de las hostias consagradas.
* El aborto, que es la matanza de niños inocentes.
* La droga, que hace alocarse a los jóvenes.
* El divorcio, que destruye a las familias.
* Las faldas cortas y los vestidos indecentes de las mujeres.
* Los eclesiásticos que niegan su existencia

LO QUE DESAGRADA MÁS AL DEMONIO

LA CONFESIÓN 
“¡Qué estúpido invento! ¡Cuánto daño me hace! Me hace sufrir… Aquella Sangre de vuestro falso Dios!!! (la Sangre de Cristo que se derrama en la Confesión para limpiar de los pecados)… ¡Cómo me aplasta, cómo me destruye… lava vuestras almas y me hace escapar!!! (gritos horribles de espanto)… ¡ahh esta Sangre, esta Sangre, es mi dolor más atroz!!!. Pero… ¡¡¡he encontrado sacerdotes que no creen más en la Confesión y mandan a los cristianos a recibir al falso Dios en pecado… ¡Bien, bien, bravísimo!!!…¡Cuántos sacrilegios hago cometer!”

LA COMUNIÓN 
“¡¡¡Esa comida donde se come y bebe la Sangre del Crucificado que yo he matado¡¡¡ Aquí me encuentro desarmado!!!. ¡¡¡No tengo fuerzas para luchar!!!. ¡Los que se alimentan de esta Carne y beben de esta Sangre se hacen fortísimos contra mí, se hacen invencibles a mis astutas seducciones y tentaciones!!!. Parecen diferentes a los otros, ya que poseen una luz especial por la que me rechazan rápidamente y se alejan de mí y me rechazan como a un perro… ¡Qué tristeza! ¡Qué dolor! Pero yo los persigo ferozmente y muchos van a comer la hostia en pecado… ¡Qué alegría para mí!”

LA ADORACIÓN AL SANTÍSIMO 
“¡Adorar un pedazo de pan! ¡Cuántos insensatos pierden horas y horas, día y noche, de rodillas, adorando un pedazo de pan, escondido en una caja sobre el altar del falso Dios! (se refiere a la Hora de Adoración Eucarística). ¡Cuánta rabia me dan estas personas!… ¡¡¡Así destruyen todas las malas obras que hago haciendo cometer incontables sacrilegios a los cristianos, a los sacerdotes, a las religiosas y a los obispos!!!. ¡Sí, cuántos sacrilegios, y son una incesante victoria mía!. Pero: ¡cuánta rabia me dan estas adoraciones irracionales!”

EL ROSARIO 
“Odio el Rosario, ese cacharro devastador y podrido de aquella Mujer (La Ssma Virgen María)!!!. El Rosario es para mí como un martillo que me destroza y corta la cabeza!!!. ¡¡¡Ahiiiiiiii!!!!!. Es la invención de los falsos cristianos, que no me obedecen y siguen a aquella Mujer. ¡Son unos falsos, falsos.. En vez de escucharme a mí que reino en todo el mundo, estos falsos cristianos se van a rezar a aquella Mujer, mi primera enemiga con ese cacharro!!! (el Rosario). ¡Oh, cuanto mal me hacen!” (gritos de espanto)

LAS APARICIONES DE MARÍA 
“El mal más grande de este tiempo son las continuas apariciones de esta Mujer en todo el mundo. En todas las naciones se aparece y me persigue, quitándome de mis manos numerosas almas, millares y millares, por oír sus falsos mensajes…Por suerte me defienden aquellos obispos y sacerdotes que no creen en Aquella innoble Señora… No creen y así atraen el caos… ¡¡¡bravo, bravo para estos apóstoles míos de la herejía!!! ¡¡¡¡ja,ja,ja,ja,ja!!!”.

EL PAPA 
“¡¡¡Lo que mayormente me destruye es la obediencia de asnos que algunos tienen hacia aquel hombre vestido de blanco (el Papa), que manda en nombre de vuestro falso Salvador y Redentor!!!. ¡Qué burros que son, que ovejas, qué poco inteligentes!. ¡Obedecer a un hombre que ama a aquella Mujer, (la Ssma Virgen María) que me persigue desde siempre! ¡Qué vergüenza! ¡Esto destroza mi reino!. Pero yo he suscitado cientos de sacerdotes, hermanos, teólogos y obispos que le hacen la guerra!!!. ¡¡¡Guerra sin fronteras a ese payaso blanco!!!. ¡¡¡Soy yo el que venceré, yo venceré!!! ¡¡¡¡ja,ja,ja,ja,ja!!!”. Lo haré morir, asesinar… le daré una muerte espantosa!!!. ¡Es muy odioso para mis seguidores, ese polaco (el Papa Juan Pablo II) que ama a la Señora…!¡ con esa propaganda que hace del Rosario de la innoble Señora como su oración preferida! ¡Qué cobarde… qué asno… me aplasta… me destruye! ¡¡¡ohohohohohohohoho!!! (gritos de espanto).

LAS MONJAS CONTEMPLATIVAS DE CLAUSURA 
“¡Me preocupan mucho aquellas siervas con la cabeza cubierta, que abandonan todo y a todos para recluirse dentro de cuatro muros y sacrificar todo lo que es bueno y bello por aquel Dios a quien solo yo he vencido!”.

“¡Día y noche, ellas se mortifican, no duermen lo suficiente con vigilias y ayunos inconscientes e inconsistentes…, no duermen lo suficiente… no comen según la necesidad del apetito y el cuerpo, que reclama el alimento necesario… no hablan libremente siempre y en todas partes… silenciosas… con cara seria… llenas de tristeza, la más inhumana… rezan, cantan!…¿y por qué hacen todo este sacrificio?. ¿Por qué motivos particulares, por qué fin, con qué resultados?… La gran mayoría de ellas, por fortuna, son personas poco o casi nada inteligentes… obtusas de mente… abúlicas de voluntad, que se dejaron arrastrar por algún sacerdote descontento…¡Pobres mujeres tontas que no saben ni conocen el verdadero placer del sexo con todo el placer que da!… “¡Pobres sirvientas que no han sentido nunca las sensaciones de la carne que dan los abrazos y los besos de mis hombres!… ¡Sin embargo a cuantas hago caer y las reduzco a una vida rutinaria, privada de todo fervor, estéril, arrojándolas a los extremos de la acedia!. Sí, debo hacer en ellas un verdadero estrago, porque de estas religiosas claustrales yo tengo terror!, ¡y qué miedo terrible!”.

“¡Son mis enemigos más terribles y aguerridos, me quitan de las manos tantas almas de hombres y mujeres, de toda clase y condición!. ¡Qué enemigos tan terribles!. Cuando comienzan a rezar por la conversión de un alma para arrancármela no se detienen e insisten una y otra vez… ¡son tenaces y obstinadas!… Pero cuando no son suficientes las largas y extenuantes oraciones a su falso Dios Crucificado, -de quien se declaran sin vergüenza sus esposas-, entonces comienzan a hacer extenuantes penitencias de todo género.. ¡Qué enemigos tengo… qué soldados de primer asalto! ¡He intentado tantas veces de disminuir las vocaciones a tan estúpida vida… pero, por desgracia todavía no he tenido éxito!… ¡Son demasiadas todavía las mujerzuelas estúpidas y tontas que viven así… aunque muchas veces ingresan profesionales con títulos académicos!”.

LOS EXORCISTAS 
“Pero mis verdaderos perseguidores, los más acérrimos y feroces, son aquellos que se llaman “exorcistas”… ¡Qué horribles personajes!… ¡qué desgracia para el mundo!… Por fortuna, todavía son pocos, poquísimos, porque yo persuado a los obispos para que no los nombren, y éstos me creen y me obedecen, si bien contra el mandato de su Dios Crucificado que les dijo claramente: “Expulsad demonios en mi nombre”… ¡Qué bufones que son! ¡Lo que sucede es que estos obispos me tienen tanto, tantísimo miedo!!!. A ellos ya los poseo bajo una forma delicada, delicadísima de modo que no se dan cuenta… ¡y sin embargo los poseo!… ¡Les impulso a que impidan a los suyos que hagan exorcismos contra mí y que no permitan que se nombren exorcistas… ¡qué enemigos feroces tengo en los exorcistas!”…

“Muchas veces he tenido éxito en mis venganzas y los he castigado (a los exorcistas)… a veces con bofetadas, otras con bastonazos…o bien los he atacado produciéndoles innumerables y variadas enfermedades… con frecuencia, muy graves…Pero, ¡¡¡por desgracia, no ceden, no se detienen!!!… ¡¡¡y cuando se acercan a mi presa, debo escaparme!!!… ¡Pronto o tarde, debo huir!. ¡Esas oraciones que dicen, siempre en el Nombre de su Dios, o de la Señora, Madre del Crucificado, qué dolor terrible y qué tortura son para mí!”

LO QUE AGRADA AL DEMONIO

LA COMUNIÓN EN LA MANO 
“Con la Comunión en la mano, yo puedo humillar a vuestro Dios a quien yo he matado; y puedo celebrar mi misa (se refiere a las Misas negras) con mis sacerdotes que se los he arrebatado a Él (se refiere a los sacerdotes católicos apostatas que celebran estas misas sacrílegas)

LA VESTIMENTA SECULARIZADA DE LOS SACERDOTES 
“A los sacerdotes vestidos de cualquier manera(2) y camuflados, los conduzco a donde yo quiero: a los prostíbulos y casas privadas, a la búsqueda de mujeres y de homosexuales ¡y cuántos sacrilegios les hago cometer y así los llevo a mi reino!. ¡Cuántos, cuántos sacerdotes “mimetizados” ya tengo en mi reino, y no se me escaparán jamás!!!” (risas desaforadas)

SACERDOTES Y OBISPOS QUE PERTENECEN A LA MASONERÍA 
“¡Cuántos obispos y sacerdotes que se han inscrito en la masonería y en mis sectas!…. ¡Oh, cuántos y cuántos son los que arrastro tras el dinero y las mujeres! ¡Cuántos se han transformado en mis fieles amigos!. ¡Sea mediante el dinero o las mujeres yo capto a todos los que quiero y los arrastro a mi reino!”.

LAS FALDAS CORTAS DE LAS MUJERES…. 
“¡Mediante las faldas bien cortas yo consigo enlazar a hombres y mujeres con los que lleno mi reino! (profiere risas prolongadas y desencajadas). ¡Qué contento… que gozo… que alegría!”.

LA TELEVISIÓN 
“¡La televisión… uhhhhh la televisión!!!. ¡Es “mi” aparato, yo lo he inventado para destruir a cada una de las almas y a la familia! ¡Las separo, las disgrego con mis programas de modo sutilísimo y penetrante!. ¡Uhhh la televisión es el centro de atracción mediante el cual me apropio de tantos sacerdotes, hermanos y hermanas (religiosos y religiosas), especialmente en las horas de la madrugada para conseguir luego que dejen de orar! ¡jajajajajajajajajaja!. ¡En un momento aparezco ante todo el mundo… me escuchan y me ven todos y así ayudan perfectamente tanto a mí como a mis fieles siervos los magos, las brujas, los que tiran las cartas, los tarotistas, los que leen las manos, los astrólogos!… ¡jajajajajajajajajajaaaaa!”.

LAS DISCOTECAS 
“¡Qué bellas son las discotecas! ¡Son mis palacios de oro hacia donde atraigo las mejores esperanzas de la sociedad, y a quienes van los hago míos, destruyendo sus almas y sus cuerpos!… ¡A cuántos miles y miles atrapo aquí con el alcohol, la droga y el sexo!!!… ¡Oh, qué constante cosecha hago aquí!. ¡En estos lugares he conseguido tantos políticos que son mis fieles siervos y consagrados!…. ¡Yo soy el verdadero rey del mundo, y no vuestro Dios a quien yo he crucificado!!!!”.

EL DIVORCIO 
“¡Los divorcios y separaciones de los esposos han sido inventados por mí y reivindico la propiedad!!!. Ha sido uno de mis más inteligentes descubrimientos… Y mientras distraigo a la familia destruyo a la sociedad donde soy adorado como verdadero rey del mundo!… ¡El sexo… el sexo!… ¡No escuchen a Aquel Hombre colgado en una Cruz que no les dará nada… solo yo les doy el verdadero placer con el sexo libre!. ¡Mi reino se basa sobre todo en la libertad total del placer sexual con el cual reino en la tierra!.

EL ABORTO Y LA MUERTE DE LOS INOCENTES… 
“¡Oh… urrahhh!… urrahhh!. ¡Ha sido mi logro más bello y que más feliz me ha hecho!. ¡Matar a los inocentes en vez de los culpables de los homicidios de la mafia!. ¡Destruyo así a la humanidad, y a los adoradores de vuestro falso Dios ya antes de nacer!… urrahhh!… urrahhh!!!!!.

LA DROGA 
“¡Es el alimento más sustancioso que hago comer a los jóvenes para hacerlos locos!. De esta manera hago lo que quiero con ellos… ladrones, asesinos, lujuriosos, feroces como yo, dominadores del mundo y mis ministros!”.

LOS SACERDOTES QUE NIEGAN LA EXISTENCIA DEL DEMONIO 
“¡Pero sobre todo me alegran y me llenan de placer aquellos eclesiásticos que niegan mi existencia y mis obras en el mundo!… ¡Son tantísimos!… ¡Oh que gozo, que gozo inmenso es esto para mí!. Porque de esta manera yo trabajo tranquilo y seguro!. ¡Hoy en día, son incluso los mismos teólogos quienes no creen en mi existencia!(3). ¡Qué bello, qué gozo!. Incluso, niegan a su Dios que vino para destruirme… pero yo lo he vencido.. lo he crucificado en su Cruz!. ¡Jajajajajajajajajajaaaaa!”.

¡Bravo para estos sacerdotes… bravísimo para estos obispos… bravísimo para estos teólogos! ¡Porque al obrar así todos ustedes se hacen mis fidelísimos esclavos y yo hago con ustedes lo que se me da la gana!. ¡Jajajajajajajajajajaaaaa!”. ¡Hoy son todos míos… los llevo a donde quiero… vestidos de sepultureros, con el cigarrillo siempre en la boca, perfumados como afeminados cercanos a las mujeres fáciles… con auto de última moda… repletos de dinero… se rebelan a los dogmas de su falso Dios y de la falsa Iglesia (la Iglesia Católica) de la que el Crucificado es mi víctima!. ¡Ellos son mis soldados más seguros de mi reino que está lleno… lleno de ellos!. ¡A través de ellos introduzco la confusión y el desconcierto en el pueblo, que se aleja cada vez más el falso Dios… y los arrojo a mi reino de odio y desesperación eterna donde estarán para siempre conmigo!… ¡jajajajajajajajajajaaaaa!”.

“¡A cuántos de éstos he logrado que pertenezca a mis sectas… seducidos por mis carreras y mi dinero yo los compro con facilidad… y termino con el triunfo de que no amen más a su falso Dios y de la Señora que pretende haberme vencido…”

LAS SECTAS 
“Tengo una particularísima predilección que son las tantísimas SECTAS que continuamente estoy creando y difundiendo en todo el mundo. Son los medios más inmediatos a través de los cuales les quito la fe en vuestro falso Dios Crucificado…Creo así una babel en la fe (risas prolongadas)….

Vuestro sacerdote blanco (el Papa) grita y da voces de alarma… Es que tiene miedo de mí, tiene miedo que la quite el trono ya bastante vacilante… pero yo ya he ganado, y he introducido la babel en la fe; tanto en los sencillos como en los instruidos incluso sacerdotes, teólogos, obispos… mis sectas son cada vez más invisibles… “mi” masonería paga muy bien a todos mis seguidores… ¡Yo seré siempre el vencedor y la babel de la fe será mi especial victoria!…

Solo en vuestra Italia tengo más de 672 sectas y mis “religiones satánicas” repletas de almas que se me han entregado, consagrado y bautizado en mi nombre con su propia sangre… Lo cual me rinde cada día el culto que merezco como soberano de la tierra, con oraciones, himnos, cánticos… y con la “misa negra” durante la cual venzo, pisoteando y destruyendo aquella Hostia en la cual los estúpidos cristianos creen que está presente su estúpido Crucificado… Y si esto fuera verdad ¿por qué Él permite que lo destruya impunemente?… (risotadas muy largas y desencajadas)….

Estas sectas, mandadas por mí, forman el estado mayor de mi reino, y convierten incesantemente a los cristianos para hacerlos mis seguidores… son cientos y cientos los que, a toda hora, reniegan de vuestra fe, para adherirse a mis sectas, donde yo los acojo con los brazos abiertos y les doy todos mis placeres y toda la libertad de vivir bien lejos de vuestra Iglesia (la Iglesia Católica)… mientras yo los sacio con la verdadera felicidad…el verdadero gozo que solo yo puedo dar a los hombres…

Desde la alta, a la media hasta la baja Italia con sus islas, y en todas partes, tengo a mis sectas que trabajan febrilmente… Por otra parte, actualmente muchas iglesias y parroquias están sin sacerdotes… ya que hemos tenido éxito en destruir y hacer morir las vocaciones… por todo lo cual, mis sectas han suplantado al sacerdote… ¡jajajajajajajajajajaaaaa!” (risas prolongadas).

Los Testigos de Jehová, los Centros de la Era de Acuario, a los antroposofistas de Steiner, los teósofos, Carolina, cenáculo 33, con los chamanes, los rosacruces, los arcobaleno, los gialli, los ergonianos, la cienciología, y tantas de mis sectas y religiones que cada día invento y creo, son un verdadero ejército que lucha contra vuestra Iglesia (Católica)… ¡y yo venceré, venceré, aunque vuestro Crucificado haya dicho que: “las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”!!!!!… ¡jajajajajajajajajajaaaaa!” (risotadas).

LOS TEÓLOGOS 
“¡Y mis teólogos con sus doctrinas que yo les he inspirado!… 
¡Oh, estos sí que constituyen “mi punta de diamante” de la trinchera delantera!!!!… 
¡¡¡Qué teólogos inteligentes tengo…!!!. Ellos han comprendido que esos dogmas rigidísimos, dictados por algunas locas cabezas de eclesiásticos, son, en realidad, falsedades pueriles, que colapsan ante la simple confrontación con la realidad cotidiana… 
¡¡¡Qué cráneos…bravo… bravísimo!!!!.

A otros, los he impulsado a que enseñen mis doctrinas no solo en los seminarios diocesanos, sino mejor aún en las más altas y prestigiosas Universidades Pontificias, incluso en la romana de vuestro sacerdote blanco (el Papa… se refiere a la Universidad Lateranense).

La doctrina de la “muerte de Dios”, la he inspirado yo, y, a través de ella, me vinieron al punto millones de estudiosos, que se transformaron en mis discípulos y fieles convencidos. Y desde que yo reino, vuestro Dios ha muerto, no existe más. Se ha acabado toda ley constrictiva: todos pueden y deben vivir libremente tal como yo lo enseño: libertad de ideas, libertad de pensamiento, libertad de acción…

¡¡¡Todo el mundo es totalmente libre de ser y querer aquello que él quiere y desea, en todas partes y siempre y con cada uno!!!. ¡¡¡No existe más ninguna norma ni regla.. Ahora cada uno es como soy yo ahora: maestro de todos y de todo: vuestro Dios a muerto!!!. Y ¿quién puede negarlo, si vuestro mismo Dios Crucificado ha declarado que yo, y solo yo soy “el príncipe de este mundo”?. Él mismo ha dicho que “todo el mundo está bajo mi dominio y poder indiscutible”?… ¡¡¡Finalmente estos teólogos, los más inteligentes de todos, me han dado la razón!!!.

Pero, si Dios ha muerto, ahora es claro que se esfuman todos los otros dogmas: la Creación, la Encarnación, la Resurrección; la Inmaculada; la Asunción; la Eucaristía y todos los Sacramentos… Todas las historietas inventadas para tener dominados a los cristianos bobos…Y he aquí que cientos y cientos de mis teólogos que tuvieron el coraje de desafiar al cura blanco (el Papa) con cartas y firmas que prueban lo contrario, y que son personas con coraje y capaces… Y él ha movido la cabeza y ha dejado que mis teólogos siguieran con sus enseñanzas, sin la más mínima reprimenda o castigo… ¡Por tanto está de acuerdo conmigo en la negación de todos sus dogmas!… ¡bravo!!!!! (risotadas…).

Y mientras estos grandes teólogos están conmigo, hay otros pequeños teólogos infestados que, por venganza, niegan mi existencia, como un cuento de la Edad Media; atribuyendo todas mis presencias y manifestaciones como hechos del orden únicamente psiquiátrico o psíquico… ¡¡¡¡Bravísimo para estos teólogos, sacerdotes, para tantos obispos, urraaaa por ellos!!!!.

¡Este es el mayor servicio que me pueden hacer señores, porque me permite obrar silenciosamente, sin luchar nada contra mi presencia y astucia!… ¡¡¡Bravísimo, continúen siempre así que yo continuaré mi obra infernal sin tirar un solo tiro!!!.

Mis teólogos inteligentes niegan los dogmas de vuestra Iglesia, y los teólogos estúpidos niegan mi existencia… ¡¡¡Qué triunfo!!! (risotadas).

Pero, desde hace poco tiempo, ¿dónde están los más heréticos de una vuelta?. ¡Ninguno!. Nadie que niegue los dogmas, nadie que me niegue, ya que entre los dogmas se incluía mi existencia…!. ¡¡¡¡He vencido a vuestra Iglesia!!!.

Fuentes: Catechesi di Satana,


sábado, 24 de mayo de 2014

24 de Mayo, Fiesta de María Auxiliadora



María Auxiliadora: Ruega por nosotros.

domingo, 18 de mayo de 2014

Querer conocer a Jesús solo con el estudio lleva a la herejía, advierte el Papa Francisco

VATICANO, 16 May. 14 / 09:48 am (ACI/EWTN Noticias).- Durante la Misa matutina celebrada en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco señaló que para conocer a Cristo se deben abrir tres puertas, la de la oración, la celebración de los sacramentos y la imitación de su vida, pues si bien el estudio es necesario, recurrir solo a la vía del pensamiento y las ideas lleva a la herejía, porque “los grandes teólogos hacen teología de rodillas”.

“Conocer a Jesús es el trabajo más importante de nuestra vida”, afirmó el Santo Padre. Cómo podemos conocer mejor a Cristo, alguien dirá: “estudiando, padre. ¡Se debe estudiar tanto!”. “Y es verdad, debemos estudiar el catecismo, es verdad. Pero sólo el estudio no basta para conocer a Jesús”, señaló Francisco.

En ese sentido, advirtió que hay personas que tienen “esa fantasía” de “pensar que con las ideas, sólo las ideas, nos llevarán al conocimiento de Jesús. También entre los primeros cristianos, algunos pensaban así. Hasta que quedaron atrapados en sus pensamientos”.

“¡Las ideas solas no dan vida y el que va por ese camino de ideas solas acaba en un laberinto y no sale más! Por ello, desde el comienzo de la Iglesia hay herejías. Y las herejías son esto: intentar comprender sólo con nuestra mente y con nuestra luz quién es Jesús. Un gran escritor inglés decía que la herejía es una idea enloquecida. ¡Así es! Cuando las ideas están solas se vuelven locas ¡ése no es el camino!”, alertó.

Por ello, indicó, para conocer a Jesús hay que abrir tres puertas. “Primera puerta: rezarle a Jesús. Sepan que el estudio sin la oración no sirve. Rezar a Jesús para conocerlo. Los grandes teólogos hacen teología de rodillas ¡rezar a Jesús! Y, con el estudio y con la oración, nos acercamos un poco... Pero sin la oración nunca conoceremos a Jesús ¡nunca, nunca!”.

“Segunda puerta: celebrar a Jesús. No basta la oración, es necesaria la alegría de la celebración. Celebrar a Jesús en sus Sacramentos, porque allí nos da la vida, nos da la fuerza, nos da el alimento, nos da el consuelo, nos da la alianza, nos da la misión. Sin la celebración de los Sacramentos, no llegamos a conocer a Jesús. Esto es propio de la Iglesia: la celebración”.

Finalmente, hay que “tomar el Evangelio: qué cosa ha hecho Él, cómo era su vida, qué cosa nos ha dicho, qué cosa nos ha enseñado e intentar imitarlo”.

Según Radio Vaticana, el Papa aseguró que ingresar por estas tres puertas significa entrar en el misterio de Jesús. “Sólo si somos capaces de entrar en su misterio podemos conocer a Jesús. Y no hay que tener miedo de entrar en el misterio de Jesús”, volvió a alentar, al reiterar el significado y la importancia de “rezar, celebrar e imitar, para encontrar el camino e ir a la verdad y a la vida”.

“Podemos, hoy, durante este día, pensar en cómo va la puerta de la oración en mi vida: ¡pero la oración del corazón no es la del papagayo! La oración del corazón ¿cómo va? ¿Cómo va la celebración cristiana en mi vida? Y ¿cómo va la imitación de Jesús en mi vida? ¿Cómo debo imitarlo? ¿Verdad que no lo recuerdas? ¡Porque el libro del Evangelio está lleno de polvo, porque nunca se abre! ¡Agarra el libro del Evangelio, ábrelo y encontrarás cómo imitar a Jesús! ¡Pensemos en estas tres puertas, en cómo están en nuestra vida y nos hará bien a todos!”, concluyó.



Tomado de ACIPrensa



domingo, 27 de abril de 2014

Fiesta de la Divina Misericordia. Segundo Domingo de Pascua

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CELEBRACIÓN DE LA FIESTA DE LA MISERICORDIA
El Señor Jesús desea que ese día la imagen de la Misericordia sea bendecida solemnemente y venerada en público, es decir, litúrgicamente; que los sacerdotes hablen a las almas de esta inmensa e insondable misericordia de Dios.
Los fieles, para recibir estos grandes dones con los cuales el Señor Jesús desea colmar a cada hombre y a toda la humanidad, tienen que estar en el estado de la gracia santificante (después de confesarse), cumplir las condiciones de la devoción a la Divina Misericordia, es decir, confiar en Dios y amar activamente al prójimo, y beber de la Fuente de Vida, es decir, recibir la santa Comunión.
De acuerdo con el deseo del Señor Jesús, la fiesta ha de celebrarse el primer domingo después de Pascua, lo que indica una estrecha relación que hay entre el misterio de redención y esta fiesta. La liturgia de ese día alaba con la máxima plenitud a Dios en el misterio de su misericordia.